Como presidente introdujo nuevas y osadas iniciativas políticas y económicas. Su política económica, entroncada en la llamadaeconomía de la oferta, se haría famosa bajo el nombre de "reaganomics", caracterizada por la desregularización del sistema financiero y por las rebajas substanciales de impuestos implementadas en 1981.
Ronald Wilson Reagan pronunciado como Tampico, 6 de febrero de 1911-Bel-Air, Los Ángeles, 5 de junio de 2004) fue el cuadragésimo presidente de los Estados Unidos (1981-1989) y el trigésimo tercer gobernador del estado de California (1967-1975).
Nacido en Illinois, Reagan se mudó a Los Ángeles, California, en 1928, donde trabajó como actor, fue presidente del Screen Actors Guild (Sindicato de Actores de Pantalla o SAG por sus siglas en inglés) y portavoz de la compañía multinacional de infraestructuras, servicios financieros y medios de comunicación, General Electric (GE). Su inicio en la política ocurrió durante su trabajo en GE; originalmente miembro del Partido Demócrata, se cambió al Partido Republicano en 1962 a la edad de 51 años. Después de pronunciar un entusiasta discurso en apoyo a la candidatura presidencial de 1964 de Barry Goldwater, fue persuadido para buscar la gobernación de California, ganándola dos años después y por segunda vez en 1970. Fue vencido en su carrera por la nominación republicana presidencial en 1968 y en 1976, pero ganó tanto la nominación como las elecciones en 1980, convirtiéndose en Presidente de los Estados Unidos de América.
Como presidente introdujo nuevas y osadas iniciativas políticas y económicas. Su política económica, entroncada en la llamada economía de la oferta, se haría famosa bajo el nombre de "reaganomics", caracterizada por la desregularización del sistema financiero y por las rebajas substanciales de impuestos implementadas en 1981. En su primer período, sobrevivió a un intento de asesinato, marcó una línea dura con los sindicatos y además ordenó acciones militares en la independiente isla caribeña de Granada, próxima a la costa de Venezuela. Fue reelegido con una gran mayoría en las elecciones de 1984. El segundo período de Reagan estuvo marcado principalmente por asuntos extranjeros, siendo los más importantes el fin de la Guerra Fría, el bombardeo de Libia, y la revelación del escándalo Irán-Contras. Previamente el presidente había ordenado un masivo incremento militar para la lucha estrecha contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), dejando atrás la estrategia de la détente. Describió públicamente a la URSS como el "imperio del mal" y apoyó movimientos anticomunistas en todo el mundo a través de la denominada Doctrina Reagan. Negoció el Tratado INF para el desarme nuclear con el Secretario General Soviético Mijaíl Gorbachov, logrando el decremento de los arsenales nucleares de ambos países. Reagan dejó el cargo en 1989. En 1994 el ex presidente reveló que había sido diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer a comienzos de ese año y falleció diez años después a la edad de noventa y tres.
Dotado de un gran carisma para el electorado americano, Reagan fue elegido gobernador del Estado de California en 1966 (y reelegido en 1970). Con su prestigio intacto después de dos mandatos, decidió no presentarse a otra reelección para luchar por la nominación a la presidencia tras la caída de Nixon (1974). Habría de esperar para conseguirlo, pues en 1976 el partido prefirió presentar al presidente saliente -y ex vicepresidente de Nixon- Gerald Ford; Ford perdió las elecciones presidenciales frente a los demócratas, quedando abierto el camino para Reagan en la siguiente convocatoria.
Ganó holgadamente las elecciones presidenciales de 1980, apelando al orgullo nacional americano después de la supuesta debilidad que se le achacaba a la administración de Carter; se trataba de recuperar la confianza de los americanos en sus valores tradicionales, seriamente dañada por la Guerra de Vietnam (1969-74) y por el caso Watergate (1973). La capacidad de Reagan para la comunicación (relacionada con su experiencia de actor) le permitió encarnar las aspiraciones de liderazgo fuerte que albergaba el americano medio, proporcionándole una reelección sin complicaciones en 1984, a pesar de su avanzada edad.
Durante su presidencia (1981-89) impulsó un programa de revolución conservadora que entroncaba bien con los vientos reaccionarios que alentaban el gobierno de Margaret Thatcher en el Reino Unido y el pontificado de Juan Pablo II en la Iglesia católica. Consistía en una política económica neoliberal a ultranza, acompañada de un rearme militar y una política exterior más agresiva, que permitieran relanzar la cruzada contra el comunismo en el mundo.
Financió y armó a los grupos contrarrevolucionarios de Centroamérica hasta forzar la caída del régimen sandinista en Nicaragua. Ordenó intervenciones militares en defensa de los intereses americanos en Granada (1983) y Libia (1986). Reforzó los vínculos con los aliados de la OTAN, de los cuales obtuvo apoyo para desplegar nuevos misiles de alcance medio en Europa (los euromisiles). E impulsó un salto cualitativo en la carrera de armamentos con su Iniciativa de Defensa Estratégica (o Guerra de las Galaxias), orientada a desarrollar nuevas armas que garantizaran la superioridad tecnológica occidental en un eventual conflicto nuclear con la Unión Soviética. Aquel programa de rearme fue el detonante del colapso de la URSS, pues su estancamiento económico le impedía seguir el ritmo impuesto por Reagan en la carrera de armamentos: obligó a la URSS a firmar acuerdos de desarme nuclear y a abandonar Afganistán (1988), lo que equivalía a renunciar a seguir desempeñando un papel de gran potencia. En consecuencia, comenzó el proceso de desintegración del régimen soviético bajo Gorbachov, que arrastró el hundimiento del comunismo a escala mundial, con lo que los más ambiciosos sueños anticomunistas de Reagan se vieron colmados. Al lado de ese éxito, la opinión pública americana consideró menores otros fracasos, como los cosechados al intentar doblegar al régimen integrista islámico de Irán (al cual incluso llegó a vender armas en secreto el gobierno norteamericano para financiar ilegalmente a la guerrilla contrarrevolucionaria de Nicaragua, evitando el control del Congreso, donde tenía mayoría la oposición demócrata).En política económica el balance fue menos brillante, pues si bien hubo un cierto crecimiento en los primeros años (impulsado por una política ultraliberal con altos costes sociales), el déficit presupuestario no dejó de crecer y obligó a mantener tipos de interés altos que acabaron pesando sobre la economía real. A pesar de las dificultades económicas del final de su segundo mandato, Reagan mantenía popularidad suficiente como para optar a un tercero si esa posibilidad no estuviera prohibida por la Ley; el prestigio de su administración facilitó la elección de su vicepresidente Bush en las presidenciales de 1988. Reagan se retiró de la política en 1989, manifestándose poco después sus graves problemas de salud (enfermedad de Alzheimer), que probablemente se habían iniciado ya durante el mandato presidencial.